Domingo, 5 de mayo de 2024
Queridos Anónimos,
Hoy, siendo el primer domingo de mayo, celebramos el Día de la Madre. Como de costumbre, navego por mis redes sociales, a las que accedo cada vez con menos interés, y no puedo evitar notar una oleada de historias con la misma temática: «Feliz día a mi madre», «Celebrando a mi madre» y variaciones similares. Entonces, como una obediente seguidora, publiqué mi foto en historias con mi madre. Incluí su canción favorita, porque hay que demostrar lo buena hija que soy y cuánto sé sobre mi madre. Fue en ese momento cuando, de repente, tuve una revelación sobre qué escribir en internet para una mujer a la que veo y convivo todos los días, y que apenas usa la tecnología. Involuntariamente, escribí ‘Día 365 de mi [el nombre de mi madre]’. No sé vosotros, pero mi madre es muy dada a los refranes españoles, al igual que mi abuela, así que si os sentís identificados, es posible que hayáis escuchado alguna vez el famoso dicho: «El día de la Madre son los 365 días del año». Probablemente de ahí venga la tontería del ‘día 365’. «Supongo que, como ambas son aficionadas a los dichos, esto está en mi ADN y acabaré igual que ellas», pensé. Pero hablemos en serio (bueno, más o menos). ¿Realmente celebramos a nuestras madres los 365 días del año? ¿O solo nos acordamos de ellas cuando necesitamos que nos laven la ropa o nos preparen la cena? ¡Ups, eso fue un poco demasiado real! Mea Culpa. Carta 1 Reflexionemos un momento, ¿qué significa realmente ser madre? Es un trabajo de tiempo completo, sin descanso ni vacaciones, sin salario ni reconocimiento. Es un trabajo de amor, entrega y sacrificio constante. Y sí, a veces, también incluye ser psicóloga, enfermera, chef, consejera financiera y entrenadora personal, ¡todo en uno! También sé que el Día de la Madre no es una fecha fácil para todos. Hay quienes hoy no pueden celebrar con su madre, ya sea por circunstancias difíciles. Sin embargo, incluso en esos momentos, podemos encontrar belleza en la conexión que compartimos con nuestras madres, ya sea a través de recuerdos, gratitud o el amor que aún perdura. Es una oportunidad para valorar esos lazos indelebles y celebrar el impacto positivo que han tenido en nuestras vidas. Como diría una gran pensadora de nuestros tiempos, Noemí Argüelles de Paquita Salas: «es para reflexionar, ¿eh?». Esta pregunta me lleva a considerar dos líneas de pensamiento. La primera se refiere a hasta qué punto nuestras celebraciones en redes sociales para nuestras madres son genuinas o simples actos de apariencia. La segunda se pregunta si realmente apreciamos a nuestros progenitores los 365 días del año. Obviamente, esto varía según cada familia y persona, pero ¿no os habéis planteado esta cuestión más de una vez? Quizás deberíamos dedicar más tiempo a expresar nuestro amor y gratitud hacia nuestras madres en los días ordinarios, en los momentos simples y cotidianos que compartimos juntos. Tal vez, en lugar de concentrarnos en una única jornada del año, podríamos esforzarnos por hacer que cada día sea especial para ellas, reconociendo su sacrificio, amor incondicional y presencia constante en nuestras vidas. Entonces, mientras reflexiono sobre estas ideas, me comprometo a valorar y honrar a mi madre no solo en el Día de la Madre, sino en cada uno de los 365 días del año.
Con cariño,
Una Joven
Pd. Feliz Día a mi Madre.